Libertad condicional

¡Por fin me veo liberado de las continuas visitas al ojerólogo!, en eso confio y espero, al menos ahora de forma inminente. Tengo ya las gafas, encargada una de ellas y la de sol pendiente del cristal graduado. Hubo acuerdo entre las partes contratantes, primera y segunda parte, no como los dirigentes sindicales y los patronos o tambien llamados capitalistas. Aquí se llegó a un consenso tras las correspondientes pruebas, tenia la nariz que parecia un tendedero de ropa. El hipo se quitó con la dolorosa, 587 eurillos de nada, y el Sr. Zapatero solo me habia ingresado 200. Diremos aquella frase tan estereotipada, cuando no toca la loteria, ¡que "aiga" salud!. Esta expresión quiero recordar ya le he usado antes en otro blog. Voviendo al principio me indicó cuando quisiera podia meter mano al otro ojo, yo me dije, espera, no tan deprisa, vamos a descansar un tiempo, todavia vemos bien, sin darme tropezones contra las farolas.