miércoles, 21 de enero de 2009

Reflexiones

Desde mi anterior entrada en esta página ha transcurrido casi una semana. Los motivos de esta ausencia no puedo justificarla, no he tenido obligaciones extras que cumplir ni trabajos que realizar para absorber mi atención. Solamente ayer he dejado de abrir este trasto, los dias precedentes no he dejado de ojear la prensa, lo que significa que por aquí anduve. La justificación podria estar en la vagancia que a veces me invade, cual virus que, aunque no se vea a simple vista, aparece para torpedear mi estado de ánimo e indicarme que deje los "dátiles" quietos por que se pueden romper las uñas. Hoy, a la vista de las últimos escritos de Juanito, he sentido un poquitín de envidia y para alimentar mi ego he tomado la determinación de imitarle, poniendo de manifiesto el interés por continuar dejando señal de mi huella, a imitación del caminante cuando va por un lugar cubierto de nieve. Suele decirse que el tiempo es oro, en mi caso diría que es platino, teniendo en cuenta la probabilidad del que me queda por recorrer. No se me aturrullen, agiten o inquieten, no estoy diciendo que he llegado al final del recorrido, éso sucederá cuando esté marcado. Tampoco quiero que este comentario suscite la duda y se piense que mi ánimo está invadido por el deseo de abandonar el barco; yo, como el capitán, quiero hacerlo el último. Animos no me van a faltar, aunque en determinados momentos no pueda evitar, como ocurre con el fluido eléctrico, una diminuta bajada de tensión.

1 comentario:

Juan Antonio dijo...

Pues que sepas que escribir aqui más a menudo es una terapia genila para las "bajadas". Expresar escribiendo lo que se siente ayuda a ver los problemas de otra manera. Ese es mi truco para querer escribir más a menudo. Soltar sapos y culebras aquí evita también excesos de acidos y glu glus en el estómago