lunes, 12 de enero de 2009

Vuelta a la normalidad


Espero que el título del comentario no induzca a erróneas interpretaciones. Con él quiero indicar que, aunque ya llevo aquí casi una semana, a las idas y venidas por los Alcobendas y la capital del reino he recuperado mi ritmo de marcha aquí en los Cáceres de mis angustias. Paseos para quemar calorias, hoy he pasado por la consulta de la enfermera para la toma de tensión y prueba de glucosa. Temia que debido a los pequeños excesos que habia realizado durante las pasadas fiestas: comer turrones, polvorones y otras golosinas el aparatito me iba a pedir cuentas, pero he ahí que mis temores eran infundados, la única novedad es que he pesado unos gramos menos que la última pesada; tal vez sea por haber seguido la práctica de algunos entrenadores de "furgo" al machacarme con doble sesión de marcha, mañana y tarde. Así estoy más ligero que una pluma de ave, se entiende, pues la palabra tiene otras definiciones que, aún siendo ligeras, no parece muy apropiado emplearlas aquí, en contraste con la de la grua que resulta algo más voluminosa. Mañana, si la lluvia no lo impide, volveremos al cole, una vez pasadas las vacaciones navideñas, aunque la clase del jueves pasado me la pasé por coleto. Como veis, he colocado una foto de nuestra puerta, hecha en la pasada visita cuando fuimos desde Atocha a Cea Bermúdez en el coche de San Fernando.

2 comentarios:

Juan Antonio dijo...

Bien hecho, te acuerdas de poner fotos y eso hace más divertido ver el blog. Y me alegro por lo del azúcar. ¿Ves como se puede dar alegrías al cuerpo más a menudo? Aprovecha, no sea que algún día te prohíban la entrada al Gran Café...

Protectora de Animales de Cáceres dijo...

Si es que se quedará en la radiografía de un silbido, en lugar de comer como dios manda (y eso que para una servidora, no manda nada)