Cuando la tarde declina, el sol se va ocultando y la luz solar no ilumina con tanta intensidad como lo hacia pasadas un par de horas, me pongo a elucubrar sobre cuestiones intrascendentes. Hoy, por aquello de disfrutar de descanso escolar, al no pedirme el cuerpo un paseo vespertino, me senté tranquilamente, después de dialogar unos minutos con Juanito, para ver algunas noticias televisivas, antes habia ojeado de forma somera la prensa digital. Lo cierto es, como en otras ocasiones he pensado, que no merece la pena contemplar la caja tonta. Siempre destacan lo negativo. Será que no hay cuestiones más atractivas. Consecuencia: apagón televisivo y cerramiento de ojos, al cabo de unos minutos quedé depositado en los brazos del dios Morfeo. Estuve aletargado un espacio de tiempo que superaba al habitual. No tengo por norma el cumplir con el rito de la tan cacareada siesta española; hoy por cierto he escuchado que esta tendencia iba declinando, no así la del tapeo, será por aquello de ahogar las penas. Cuando reaparecí y los objetos de mi alrededor se hacian visibles, continué durante un corto espacio de tiempo en la penumbra, persianas bajadas a media asta, acaso en mi subconsciente quisiera evocar aquella mañana cinco años atrás, cuando a horas tempranas, estando metido en la cama, sonó el teléfono. Voy a dejarlo, no quiero reavivar angustias pasadas. Excuse me!, Chucha, no he podido evitarlo, aunque en tu pensamiento habrá estado presente. Para finalizar, voy a intentar colocar una foto que hice anteayer, así alegraremos la vista.
miércoles, 11 de marzo de 2009
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1 comentario:
pues sí, papi, sí ha estado presente todo el día, aunque no lo hemos hablado. De todos modos, me ha llamado mi amiga Rocío, que siempre se acuerda de mí este día y que siempre me dice que siente mucha pena por lo que pasó y la de gente que sufrió y mucha alegría porque yo estoy aquí....
asi que a aguantarme muuuuuuuuuuuuuucho tiempo (y a dejar los blogs pedorros...)
muac
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