Una más de vagedades

A pesar de la vagancia que me domina, recupero energias para iniciar el presente mes dejando aquí una señal de mi identidad. Después de dialogar con "El Juanito", una vez cubiertas mis necesidades alimenticias, me he sentado en el sofá con la intención de dormitar un ratito. Misión imposible, he tratado de cerrar los "párpagos" -no se me alborote el gallinero pues es una palabra de uso corriente entre las "presonas" menos instruidas, que no más ignorantes-, por lo que he tomado la determinación de levantar el campamento, más propio sería decir las posaderas, y enfrentarme de nuevo con este trasto, - tras reponer energias con la deglución de un plátano - lechuceando por acá, por allá y por acuyá. Al final me he dicho que lo más útil seria comenzar el mes que da entrada al verano poniendo unas palabritas en el aire, y heme aquí dando movimiento a los dátiles que además sirve para proporcionarles agilidad con el ejercicio, evitando con ello el anquilosamiento propio de los años tras las duras campañas pasadas. Como los muebles, el esqueleto y con él todos los órganos de nuestro cuerpo van sufriendo un continúo deterioro, que se va incrementando a medida que las páginas del calendario van cayendo cual si fueran las hojas de un árbol. En fin, ya me he cansado, por tanto lo dejo para otro momento, esperando tenga noticias más gratificantes con las cuales alegrar vuestras "pajarillas", por ejemplo, podía ser: ¡¡me ha tocado el pleno de la primi!!, ¡pero que iluso soy!, aunque yo tengo alguna posiblidad, hay a quien no le queda ni ese recurso, primero se ha de pasar por taquilla o para mejor expresarlo, por la máquina que lo imprime, eso sí, previo pago de un par de "leuros", es la menor cantidad que puede invertirse en este juego.