El regreso del guerrero

Tiene razón don "Manué", no el dueño "der Betis, manque pierda". A estas horas de la tarde, 17,30, aunque por las nubes que tapan el sol parece casi de noche, me ha dado por entrar en la carpeta de los blogs, primero para responder a la entrada de Juanito "el pinturero", y de paso darme una vuelta por el mio, el cual observo se han formado telarañas debido al tiempo transcurrido desde mi anterior presencia. Este fin de semana, con los "lejostilleros" por los madriles, se podian haber unido a alguna de las múltiples manifestaciones que según me decia el inquilino de Escosura se festejaban hoy por aquellas calles y Cristina tambien de viaje, me he quedado tranquilamente en casa. Como soy persona decostumbres fijas, tras levantantarme, asearme, desayunar y poner en marcha la lavadora con la ropa, camisas, toallas, pijama y sábanas usadas durante la semana; salí a la calle dispuesto a recorrer unas millas. Al regreso de mi caminata me adentré en la charcuteria y en la fruteria para aprovisionar mi despensa. Una vez colocado en el tendedero el contenido de la lavadora, que ya habia finalizado su trabajo, colocadas las sábanas limpias en la cama y pasado por la ducha el "mi cuerpo serrano", viendo que era temprano para iniciar la cocción de mi alimento, me pasé un instante por este aparato, después de comprobar que seguia siendo tan poco afortunado con la primitiva como siempre. Después inicié el rito para la preparación del comistrajo, -aclaro, aunque haya empleado el término anterior no quiero con ello significar que el guiso preparado pueda denominarse así, no en vano ha sido confeccionado siguiendo las normas facilitadas por el o la que me ha permitido usar esa receta-, como la cocción ha finalizado coincidiendo, con una pequeña variación, con la hora de sentarme a la mesa y el plato delante de mis hocicos, no por tener los labios abultados, me he puesto a deglutir en unos minutos lo que me habia llevado preparar casi una hora. Fregados los trastos y platos usados, me he tumbado en mi sillón preferido y viendo la tele me he adormilado unos minutos. No mucho, hay que conservar el sueño para usarlo durante la noche, no vale desvelarse cuando se está metido en el catre. Para finalizar, aunque algún seguidor de este blog diga que resulta demasiado dilatado, quiero dejar constancia del hecho que desde anoche vengo escuchando, el primero con un gran estruendo, los dichosos petarditos con los que por estas fechas nos vienen a atormentar los oidos los jilipollas de turno. ¡¡Ojalá les explote en su culo y se lo pongan como un bebedero de patos!!