Cocina y meteorología

Mientras se prepara la comida de esta mediodia, filetes de pollo picados, en lugar de muslos, con tomate, cebolla, ajo, puerro y cayenas, inicio la escribania, interrumpida desde el viernes. La mañana se ha presentado nublada, lo que me ha permitido caminar sin necesidad de cubrir mi oronda calabaza; ahora y, a través del hueco que la persiana me deja para mirar el cielo, observo como las nubes han desaparecido, ocupando su lugar un azul claro, no entra dentro de mis conocimientos el poder distinguir con claridad las distintas tonalidades de los colores, por ello espero ser dispensado si he errado en esta apreciación. En el punto anterior interrumpí la escritura, el contenido de la perola que en el fuego estaba colocada, reclamaba mi atención, no se puede estar en misa y repicando, según el dicho popular. Una vez finalizada la cocción y al coincidir con el horario de mi manduca, preparé la cuberteria, el plato, pan y naranja, con su
servilleta de papel y puse manos a la obra, no queria se enfriase, mejor estaba en la tripa. En contra de lo expuesto anteriormente, ahora distingo en la lejania unas mezcla de nubes níveas y oscuras, tal vez sea el presagio de algunas gotas de lluvia. Volví a suspender la tarea, habia salido Juanito y hemos estado de videoconferencia. Como podeis comprobar, hoy he dejado aparcado el léxico piconcillero, para utilizar un lenguaje más habitual. Así, pues, hasta tomorrow.