Décimo aniversario

¡Cómo pasan los años!. Parece fue ayer cuando a primera hora de la mañana, en un dia como el de la fecha, recibiamos una llamada en la que se nos anunciaba el ingreso en la clínica de una parturienta. Nos arreglamos a toda prisa y allá que nos fuimos. Estaba ingresada en el paritorio. No tuvimos que esperar demasiado tiempo para ver entrar a una mujer vestida de blanco con un paquete en los brazos, dirigiéndose a Sira le preguntó: ¿es usted la abuela?. sí, respondió ella. Depositó aquel pequeño bulto en sus brazos y de la emoción que le embargaba, decia le temblaban las piernas. ¡Qué feliz era!, yo también, aunque mi rostro no lo delatara como el suyo. Era nuestra primera nieta. Al escribir ésto no puedo reprimir las lágrimas, pienso en la alegria que irradiaba todo su ser y como hoy, cuando se cumplen los 10 años, no se encuentra presente para que aquel momento lo hubiera rememorado una vez más. Mis sentimientos son contradictorios. De dicha por haber conocido el décimo aniversario de mi nieta mayor y de pena por la ausencia de la abuela Laly, con aquella pasión que siempre sentia por sus niñas, no puedo evitarlo. He conseguido escanear una foto que entiendo fue captada en aquellas fechas. ¡Ah!, no quiero terminar sin felicitar a la cumpleañera. Te vas haciendo mayor, sí, ya tienes dos dígitos en tu edad, pronto alcanzarás a tu madre. ¡Hasta pronto!.