Mientras espero la cocción de los garbanzos que tengo situados en una olla encima del fuego, que por otra parte se muestran un tanto rebeldes pues no se ponen blandos, a pesar de llevar un buen rato, en comparación con ocasiones anteriores, he pensado que lo mejor que podria hacer, para ir atormentando el reloj, es ponerme a escribir unas líneas en este trasto. Los garbanzos son el sobrante que guardé del dia que guisé potaje. No me explico el motivo por el cual se muestran tan reacios a ponerse en condiciones de ser triturados, sin necesidad de poner en peligro la integridad de mis molaeras. Como la tarde anda un tanto revuelta, ha estado lloviendo y ahora está en situación de volver a repetir la meada, tal vez me quede tranquilamente en casa, no quiero comentarios que hagan referencia a esta decisión. Como muestra de la tarde de ayer, en la que el agua llegó a azotar los cristales de la puerta terracera, coloco una "afoto" de las nubes que posteriormente pululaban por los alrededores de mi recinto.
jueves, 16 de abril de 2009
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