Después del prolongado espacio de tiempo sin aparecer por este recinto, hoy, como en otras ocasiones, cuando me disponia a conectar con internet me dice que verdes las han pintado. Para tratar de solucionar la cuestión llamo a información de telefónica, de aquí me remiten a un 902. Transcurrida casi media hora haciendo probaturas, me dicen que el ADSL funciona correctamente, por tanto puede ser debida la imposibilidad de conectarme a que tenga algún problema en mi aparato. Pero mire usted por donde se me ocurre conectar el router con el trasto a través del cable amarillo y, ¡albricias, cáspita, córcholis!, tengo señal. Esta tarde, después de las primeras intentonas, tampoco entraba señal, o como carajo se llame. He instalado la bateria, y a espensas de que no me deje colgado, he vuelto a instalar el nexo de unión entre ambos cacharros. El resultado está a la vista, ¡Funciona!. Yo me pregunto, ¿qué misterio esconde el dichoso cabezón éste para ponerme en el disparadero de tener que acordarme de sus antepasados?. Estoy calmado, no quiero alterarme, máxime cuando esta mañana tras medirme la tensión y la glucosa, 108, me fui al Gran Café a darme un minibanquete. Ya sabeis, chocolate con migas. ¡Qué placer, como me refocilaba, no en el sentido grosero, como me relamia los bigotes!, en definitiva lo que se dice darse un pequeño festín. Tendreis que reconocer que me contento con poco. No quiero cerrar esta entrada sin hacer un somero comentario a la estancia en estas tierras de la pareja "ceabermudera", ¡vaya palabreja me he inventado, no está reconocida por la RAE!. El primer dia, como era preceptivo, nos fuimos el quinteto a Trujillo para ponernos morados de queso, aquí habria que decir blancos por aquello del color. Al ser una metáfora, se sobreentiende lo que trato de describir. Para no prescindir del otro ingrediente que en la mochila de Juanito se cobijaba, diré que las tapitas de queso iban regadas con su vinito tinto, algunos remojaron el gaznate con cerveza. Las fechas transcurrieron deprisa y cuando menos lo esperaba los de la tierra del oso y el madroño emprendieron viaje de regreso. Menos mal que no disfrutaron de las calores que ahora nos envia el astro sol, supongo ahí, en casa, lo notarán menos, aunque yo en mi garito no puedo quejarme, solo en la calle. Como colofón y para que veais la funda que para mi cámara Canon me he mercado, coloco una foto. Que ustedes, "vusotros", lo pasen bien, que los mosqueos metreros y polvorientos causados por las obras no enturbien la paz que debe reinar para disfrutar de una salud plena. No acabo de enterarme del método para colocar más de un retrato.
miércoles, 6 de mayo de 2009
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